1.- Generalidades
Se le llama inverter a un tipo de dispositivo
electrónico que es capaz de regular el voltaje, la corriente y
frecuencia de alimentación de un aparato eléctrico, es decir, que un
inverter no es más que un circuito electrónico de conversión de la
energía eléctrica de alimentación de un aparato eléctrico.
Aplicado a los sistemas de aire acondicionado, por
ejemplo de tipo split, que consta de una unidad interior de tipo mural y
una unidad exterior donde se sitúa el compresor, el dispositivo
electrónico inverter lo que hace es modificar la corriente eléctrica que
alimenta al compresor.
De esta manera, modificando la frecuencia, intensidad o
voltaje de la corriente de alimentación del compresor, se puede
conseguir también variar las revoluciones de funcionamiento del mismo, y
por ende, del caudal de refrigerante que circula por el circuito entre
las unidades exterior e interior del aire acondicionado.
Así por ejemplo, para un sistema de aire acondicionado
que se alimenta de la red eléctrica de la vivienda en corriente alterna
(50 Hz. y 230 V, en Europa) el dispositivo inverter modula esta
corriente de entrada, y la transforma en una corriente de salida que
alimente al compresor con frecuencia variable, que varíe en un rango de
entre 30-90 Hz, por ejemplo, y una tensión de entrada también variable.
Con ello, se podrá conseguir que el compresor pueda
girar a distintas velocidades en función de las necesidades de carga
térmica de cada momento, permitiendo además al sistema adaptarse más
eficazmente y de forma más rápida a la demanda de cada instante y
reduciendo también, como se verá más adelante, el consumo eléctrico.
Comparándolo con un sistema de aire acondicionado
estándar, la tecnología inverter permite ajustar el funcionamiento del
compresor a la demanda de la carga, proporcionando mayor eficiencia y
reduciendo las pérdidas.
En efecto, así por ejemplo, cuando las condiciones de
temperatura del recinto a acondicionar no requiera de la máxima potencia
(porque la ocupación de personas sea mínima, o las condiciones
exteriores sean favorables), el dispositivo inverter permitirá que las
revoluciones de giro del compresor disminuya por debajo de su régimen
nominal.
Bajando el régimen de trabajo del compresor, se reduce
también su potencia de funcionamiento y por tanto, su consumo
eléctrico, aumentando así la eficiencia global del sistema.
En los siguiente apartados se pasará a desarrollar el
principio de funcionamiento que rige este tipo de tecnología para tener
una mejor comprensión de la misma.
2.- Principio de funcionamiento
Para entender de manera sencilla el principio de
funcionamiento de un sistema de aire acondicionado con tecnología
inverter se recomienda estudiar la secuencia que sigue el sistema para
su puesta en marcha:
1º.- En primer lugar, en función de las necesidades
de confort que el usuario desea tener en la estancia a acondicionar, se
fija la temperatura deseada en el display o mando de control remoto del
sistema.
2º.- Mientras que en un sistema de aire acondicionado
tradicional sin tecnología inverter, el compresor arrancaría
funcionando siempre al 100% de su capacidad, desde el principio hasta
alcanzar la temperatura deseada; con el sistema inverter, al poderse
regular la corriente de alimentación del compresor, éste en los primeros
momentos, nada más arrancar el sistema, podrá aumentar su velocidad de
giro por encima de su régimen nominal, alcanzando incluso hasta un 130%
de su capacidad, lo que permitirá alcanzar la temperatura de confort
mucho antes que lo haría un sistema tradicional.
3º.- Una vez alcanzada la temperatura de confort, con
un sistema tradicional de climatización, la temperatura de la estancia
se regularía mediante periodos sucesivos de paradas y arranques del
compresor, que cada vez que se ponga en marcha trabajaría siempre al
100% de su capacidad. Por tanto, el compresor en un sistema tradicional
trabajaría en un régimen de todo o nada. Esto va a generar picos de
consumo, debido a que para arrancar un motor eléctrico desde cero se
necesita de un consumo inicial varias veces su potencia nominal de
régimen.
Sin embargo, con el sistema inverter el compresor no
llega a pararse totalmente, sino que gracias a que el uso del inverte
permite regular la velocidad del compresor, cuando se haya alcanzado la
temperatura de confort de la estancia y no se necesite de toda la
potencia, el inverter baja el régimen de giro del compresor, por ejemplo
al 50% de su capacidad nominal o incluso menos, con lo que se consigue
reducir el consumo eléctrico.
Además, al evitarse parar totalmente el motor del
compresor se evitan también los picos de consumo que se producen en el
arranque de la máquina, y también se reducen los efectos térmicos de
sensación de excesivo frío o calor que se producen con el sistema de
aire acondicionado tradicional con los periodos de arranques y paradas.
3.- Fases de funcionamiento del inverter
Durante el funcionamiento de cualquier sistema de aire
acondicionado con tecnología inverter, se pueden distinguir distintas
fases o etapas en su funcionamiento:
• Fase de Máxima Potencia: Se produce cuando
las condiciones ambientales son adversas. En esta situación, el sistema
inverter ordena al compresor girar al máximo de su capacidad para
alcanzar lo antes posible la condición de confort. A esta fase se le
llama también PAM (o Fase de Potencia).
• Fase de Potencia Media: Cuando se ha
alcanzado la temperatura de consigna y las condiciones son normales, el
sistema inverter ordena al compresor a reducir su régimen de
revoluciones, adaptando su potencia al requerimiento del sistema.
Esto en un sistema de climatización tradicional que no
dispusiera de tecnología inverter no sería posible, dado que el
compresor seguiría funcionando siempre al 100% de su capacidad,
consumiendo así más potencia que un sistema inverter.
• Fase de Mínima Potencia: Cuando las
condiciones ambientales son favorables, para mantener la temperatura de
confort en los sistemas de climatización inverter, el compresor continúa
girando pero a muy bajas revoluciones, consumiendo de esta manera muy
poca energía. A esta fase también se le llama técnicamente PWM (o Fase de Ahorro).
Por el contrario, en un sistema de climatización
tradicional sin tecnología inverter el compresor trabajaría en régimen
de todo o nada, es decir, que si se genera un exceso de frío en la
estancia, el compresor reaccionaría parándose hasta que la temperatura
de la estancia volviera a subir por encima de la temperatura de consigna
que haría poner de nuevo en funcionamiento al compresor.
Estas fases sucesivas de parada y puesta en marcha del
compresor suponen a la larga un mayor consumo energético, pues la
potencia que se necesita en cada arranque de la máquina es varias veces
superior a su potencia nominal de régimen.
4.- Ventajas del sistema inverter en refrigeración
Como ya se ha comentado varias veces, a diferencia de
los sistemas convencionales de climatización, la tecnología inverter
adapta la velocidad del compresor a las necesidades de cada momento,
permitiendo consumir únicamente la energía necesaria.
De esta manera se consigue reducir bastante las
oscilaciones de temperatura del recinto que se está acondicionando,
consiguiendo mantener la temperatura ambiente en un margen comprendido
entre +1 ºC y -1 ºC de la temperatura objetivo.
Así, el usuario logra disfrutar de una mayor
estabilidad ambiental en la temperatura y sensación de confort, dado que
se eliminan las fluctuaciones de temperatura tan típicas de los
sistemas convencionales y que resultan tan desagradables.
Y todo ello gracias al dispositivo electrónico de
alimentación sensible a los cambios de temperatura, los equipos con
tecnología inverter hacen variar las revoluciones del motor del
compresor para proporcionar la potencia ajustada a la demanda energética
que se requiere en cada instante.
Asimismo, cuando se esté a punto de alcanzar la
temperatura deseada, el dispositivo inverter disminuye gradualmente la
potencia de alimentación al compresor para que gire más lentamente, pero
sin llegar a detenerse. De esta manera se reduce también el ruido
ligado a las fases de arranque de la máquina y el consumo es siempre
proporcional a las necesidades de cada momento.
Además, como ya se ha dicho anteriormente, con el
sistema inverter de regulación de la potencia de alimentación del
compresor, éste también puede trabajar hasta un 30% por encima de su
potencia nominal para conseguir más rápidamente la temperatura deseada
en los momentos iniciales, que es cuando mayor demanda térmica se
requiere.
Por otro lado, también puede funcionar hasta un 50%
por debajo de su potencia nominal o menos en la fase de mínima potencia,
que ocurre cuando se ha alcanzado la temperatura de confort y las
condiciones ambientales son favorables. De nuevo, esto se traduce en una
significativa reducción tanto del ruido como del consumo.
En la figura siguiente,
se muestra la ficha de características técnicas de un sistema de
climatización convencional y la ficha de otro con tecnología inverter,
donde se han resaltado aquellas prestaciones que ofrecen uno y otro
equipo para su comparación, sirviendo de ejemplo a lo anteriormente
dicho.
A continuación y a modo de resumen, se enumeran las
ventajas que presenta el sistema de aire acondicionado con tecnología
inverter frente al modelo tradicional de climatización:
- Rapidez de enfriamiento:
• Con inverter: al poder regular la potencia
de alimentación del compresor, el dispositivo electrónico inverter
permite que éste pueda trabajar hasta un 30% por encima de su potencia
nominal en los primeros instantes, con el fin de poder llegar antes a la
temperatura de confort.
• Sin inverter: un climatizador sin función
inverter, el compresor funciona a la misma velocidad siempre, por lo que
tarda más tiempo en enfriar o calentar el recinto y lograr la
temperatura de confort.
- Uso eficiente de la energía:
• Con inverter: el compresor regula su régimen
de revoluciones, y por tanto, la potencia de salida, adaptándose a la
demanda de cada momento. Esta regulación eficiente y lineal de la
temperatura mantiene una sensación de mayor confort para el usuario.
• Sin inverter: el compresor se enciende y
apaga según los cambios de temperatura de la estancia, por lo que no se
logra mantenerla constante. Además, los continuos periodos de arranque y
parada del compresor suponen a la larga un mayor consumo de energía,
ruido y menor durabilidad de la máquina.
- Consumo de energía:
• Con inverter: la posibilidad de regular el
régimen de giro del compresor a la demanda de cada momento permite un
ahorro de consumo energético. De hecho, se ha demostrado que un
climatizador que incorpore tecnología inverter consume aproximadamente
la mitad de energía eléctrica que un modelo sin función inverter.
• Sin inverter: el compresor trabaja en
régimen de todo o nada. Esto supone que cada período de arranque de la
máquina generará picos de corriente que se traduce en un mayor consumo
energético.
5.- Ventajas del sistema inverter aplicado en bomba de calor
A continuación se expondrán algunos aspectos donde la
tecnología inverter presenta una mayor ventaja frente a los sistemas
convencionales de aire acondicionado en lo que respecta a su uso como
bomba de calor.
- Capacidad calorífica cuando baja la temperatura exterior:
En funcionamiento como bomba de calor, en los sistemas
de aire acondicionado convencionales disminuye su capacidad calorífica
conforme más baja es la temperatura ambiente del exterior.
Por el contrario, un sistema de aire acondicionado que
disponga de tecnología inverter, debido a que es capaz de poder
aumentar el régimen de revoluciones del compresor incluso por encima de
su capacidad nominal, consigue mantener su capacidad calorífica
invariable, aunque la temperatura exterior disminuya incluso por debajo
de las condiciones de diseño de la máquina.
- Tiempo para alcanzar la temperatura deseada en el recinto:
Un sistema de aire acondicionado con tecnología
inverter puede hacer funcionar al compresor al máximo de revoluciones,
incluso por encima de su capacidad nominal, en los primeros momentos de
funcionamiento.
Con ello se consigue poder ofrecer una gran capacidad
calorífica al principio, cuando la estancia a acondicionar está más
fría, reduciendo el tiempo requerido en alcanzar las condiciones de
confort.
Por el contrario, un sistema de aire acondicionado
convencional funciona al mismo régimen siempre, por lo que no puede
ofrecer más capacidad al principio que es cuando más se necesita.
Se estima en unos 20 minutos, como el tiempo medio de
ahorro que un sistema inverter puede acortar en alcanzar las condiciones
de confort con respecto a un sistema convencional.
- Fluctuaciones en la temperatura del recinto:
Efectivamente, ligado a la forma de funcionar de los
sistemas convencionales de aire acondicionado donde el compresor
funciona en un régimen de todo o nada, la temperatura del interior del
recinto fluctúa en mayor medida, aumentando la sensación de frío en los
momentos donde el compresor no funciona, o de excesivo calor cuando éste
está funcionando.
Así de esta manera, la temperatura del recinto cae
rápidamente en los periodos donde el compresor está parado, creando una
sensación desagradable de frío en los usuarios.
Con la tecnología inverter, el régimen de
funcionamiento del compresor no se detiene por completo, sino que se
adapta a las necesidades de cada momento logrando controlar mejor la
temperatura del recinto. Así se evita que la temperatura fluctúe
demasiado, consiguiendo mejorar las condiciones de confort.
Efectivamente, en un sistema de aire acondicionado con
tecnología inverter el compresor no deja de funcionar cuando se alcanza
la temperatura de confort, sino que sigue controlando la temperatura
del recinto, disminuyendo su velocidad cuando no es necesario aportar
más calor, o aumentando su régimen de funcionamiento cuando la
temperatura del recinto comienza a bajar.
Mantener funcionando al compresor, aunque sea a bajas
revoluciones, evita los periodos de parada y arranque, como ocurre con
los sistema convencionales. Esto, a la larga, repercute en un ahorro de
energía (dado que cada vez que se arranque el compresor requiere de un
pico de potencia) y de una mayor durabilidad de la máquina.
6.- Tipos de compresores en el sistema inverter
En un compresor tradicional con "escobillas", el
stator detecta al rotor emitiendo impulsos eléctricos constantes, para
lo cual suelen tener un colector de delgas o un par de anillos de
rozamiento.
Esta tecnología aplicada a los sistemas tradicionales
de climatización genera por tanto mucho rozamiento, disminuye su
rendimiento, desprenden mucho calor y ruido durante su funcionamiento,
requieren de mucho mantenimiento y pueden producir partículas de carbón
que manchan el motor de un polvo que, además, puede ser conductor.
En los nuevos compresores "brushless" aplicados a la
tecnología inverter, la detección del movimiento de giro del rotor es
digital y se elimina esa ineficiencia derivada del rozamiento de las
escobillas. En este caso, no hay impulsos eléctricos superfluos.
De esta manera, cuando se habla de compresores DC, o
de sistema inverter DC, se refiere a "Digital Control", es decir, a
compresores sin escobillas o "brushless", y sin rozamientos.
Como ya se sabe, los sistemas con tecnología inverter
modulan la frecuencia de la corriente eléctrica de alimentación al
compresor (desde 10 hasta 150 Hz aprox.), permitiendo al compresor girar
a diferentes velocidades para regular la potencia entregada en función
de la demanda térmica de cada momento.
7.- ¿Qué distingue un inverter de otro?
Considerando que las dos necesidades básicas a
satisfacer por todo sistema de climatización es el confort del usuario y
el ahorro energético, y partiendo en igualdad de condiciones en otros
aspectos tales como la clasificación energética del aparato (SEER /
SCOP), caudal de aire, nivel sonoro o sistemas de filtrado empleado, la
verdadera diferencia entre dos sistemas inverter de distintas casas
comerciales radica en su capacidad de adaptación en cada momento a las
distintas condiciones ambientales que puedan presentarse.
En este sentido, se conoce como "rango de variación" a
la variación porcentual que el sistema puede ofrecer desde su capacidad
nominal para aumentar su potencia (Fase de Potencia ó PAM), o para
reducirla cuando ya no es necesaria por ser favorables las condiciones
ambientales y por tanto procede ahorrar energía (Fase de Ahorro ó PWM).
a) Fase de Potencia. Gracias a la tencología
inverter PAM, que regula la amplitud de onda de la corriente de
alimentación, los sistemas son capaces de revolucionarse y funcionar por
encima de su capacidad nominal para reaccionar en condiciones adversas
de temperatura, o cuando la estancia está sobrecargada de fuentes de
calor.
En este sentido, existen marcas comerciales que pueden ofrecer en sus equipos hasta el 50% más respecto a su potencia nominal.
b) Fase de Ahorro. El gran secreto del inverter
es la tecnología PWM, que regula el ancho de onda de la señal de
alimentación y que es responsable de la modulación de la capacidad para
ajustarse a necesidades decrecientes de energía cuando las condiciones
son favorables.
Un buen diseño del aire acondicionado supone elegir
aquel modelo que opere en Fase de Ahorro la mayor parte del tiempo, y es
aquí donde se nota la diferencia entre sistemas.
En función de la tecnología, tanto electrónica como
mecánica, el sistema puede funcionar muy por debajo de su capacidad
nominal, generando importantes mejoras en ratio de eficiencia
energética, confort, nivel sonoro y, por supuesto, consumo.
En el mercado, existen sistemas de casas comerciales
que pueden alcanzar mínimos de capacidad de hasta el 5% de su potencia
nominal en gama residencial, 15% en gama comercial y 30% en sistemas VRF
para edificios.
8.- Valoraciones de eficiencia energética
Existen diferentes clasificaciones de eficiencia
energética en función del tipo de aparato que se esté evaluando. Las más
usualmente utilizadas son las siguientes:
.
• EER (Coeficiente de Eficiencia Energética) es
el ratio entre la capacidad frigorífica y el consumo de energía
utilizado por el aparato para obtenerlo. Cuanto más alto es el EER,
mejor rendimiento tendría la máquina.
En este caso se entiende por Capacidad Frigorífica
(kW) a la capacidad de enfriamiento de un equipo, funcionando en modo
frío y a pleno rendimiento.
• COP (Coeficiente de Rendimiento) es el ratio
entre la capacidad calorífica y el consumo de energía utilizado por el
aparato para obtenerlo. Cuanto más alto es el COP, mejor rendimiento
tendría la máquina.
Para este caso, se entiende por Capacidad Calorífica
(kW) a la capacidad de calefacción de un equipo, funcionando en modo
calor y a pleno rendimiento.
• SEER (Clasificación de Eficiencia de Energía
Estacional) es la medida de la eficiencia específicamente aplicado a
centrales de aire acondicionado. Cuanto mayor sea el número, más
eficiente energéticamente es la unidad. Se recomienda siempre buscar una
unidad con un SEER de 12 ó más.
Por último, también se incluyen las clasificaciones energéticas empleadas para otros tipos de aparatos electrodomésticos:
• Lavadora: EF (factor de energía)
indica el número de ciclos completos de una lavadora empleando un
kilovatio-hora de electricidad. El actual estándar federal para la
energía de lavadoras eficientes es un FE de 1,18. Para el caso de
lavadoras "super-eficientes" de los modelos Energy Starrequieren llegan a
poseer un FE de 2,5.
• Lavavajillas: EF (factor de energía),
una vez más, es la unidad de medida, e indica el número de ciclos
completos que el lavavajillas se completará con el consumo de un
kilovatio-hora de electricidad. Los lavaplatos que han obtenido la
etiqueta Energy Star tienen un EF de 0,52 ó superior.
• Por último, para los refrigeradores y
congeladores disponen de una etiqueta que indica el número de
kilovatios-hora de electricidad que el aparato consume en un año de
operación. Cuanto menor sea el número, más eficiente será el aparato.
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