jueves, 17 de marzo de 2016

Trigeneración, el futuro en aplicaciones comerciales de demanda constante

La cogeneración se define como la producción simultánea de calor útil y energía (electricidad, movimiento, calor), a partir de un mismo combustible o fuente de energía primaria. Los combustibles pueden ser de origen fósil, como gas natural, combustóleo u otras fuentes, o de tipo renovable, como residuos agrícolas y forestales, biogás e incluso hidrógeno.
El principio fundamental de la cogeneración es la recuperación del calor residual, producto de la combustión en una planta generadora de electricidad, el cual, de otra forma, habría sido liberado al medioambiente, desperdiciando con ello una importante cantidad de energía todavía disponible. Este “desperdicio”, en la mayoría de los casos, puede ser utilizado para diversos fines, como calefacción de espacios o calentamiento de agua, así como otros procesos térmicos o de refrigeración cercanos a la planta de cogeneración.
Sólo por el hecho de aprovechar el calor residual proveniente de la planta generadora de electricidad en otras aplicaciones térmicas, un proceso de cogeneración usualmente convierte de 75 a 80 por ciento del combustible en energía útil, mientras que las plantas más modernas alcanzan 90 por ciento o más.
De aquí surge la importancia de la cogeneración en el contexto de una política de ahorro y uso eficiente de la energía, pues, a nivel mundial, la eficiencia promedio en el caso de plantas de generación tradicionales a base de combustibles fósiles es de 35 a 37 por ciento de ahorro, mientras que en las de ciclo combinado se alcanzan eficiencias de poco más del 50 por ciento.
Según el ingeniero Donald Hay, director General de Tecnología en Sistemas de Refrigeración (Tecsir), los sistemas de cogeneración más comunes son los de energía eléctrica y los que utilizan gases de desperdicio de un proceso, para posteriormente generar vapor. En este sentido, algunos teóricos diferencian la cogeneración respecto de la trigeneración, acotando que este segundo concepto es posible cuando existen requerimientos importantes de refrigeración en las proximidades de una planta de cogeneración. Este elemento hace factible la implementación de un proyecto de trigeneración. Los requerimientos de refrigeración pueden incluir aplicaciones como el procesamiento de alimentos, el acondicionamiento de aire y la deshumidificación en edificaciones.
La forma tradicional de obtener estos productos energéticos es por separado: consumir la electricidad de la red, producir el calor mediante calderas de combustible fósil y el frío a partir de ciclos de refrigeración por compresión, que consumen energía eléctrica. Los sistemas de trigeneración y cogeneración poseen ciertas ventajas económicas y medioambientales respecto de la forma convencional de generación; entre ellas, un mayor rendimiento térmico global, que permite el ahorro de energía primaria y la reducción de emisiones.
Cualquier aplicación que durante su proceso requiera de energía eléctrica, vapor y frío en forma simultánea tiene la posibilidad de contar con sistemas de trigeneración. Según los expertos consultados, con este tipo de esquemas se garantiza una excelente recuperación de la inversión en los proyectos.
De acuerdo con el ingeniero Donald Hay, “el impacto de la producción de frío o refrigeración en este tipo de sistemas juega un papel menor respecto de la producción de luz y vapor; sin embargo, normalmente la producción de frío puede mejorar la eficiencia energética de un proyecto de cogeneración en 10 y hasta 15 por ciento”, cifra que varía dependiendo de la aplicación.
La tecnología que actualmente existe ha evolucionado en comparación con la que existía cuando inició el uso de este tipo de sistemas. Aunado a esta evolución, la cantidad de oportunidades también ha incrementado, así como el espectro de aplicaciones en donde se puede encontrar un sistema de trigeneración.
Como fuentes de energía pueden emplearse combustibles fósiles, energía renovable o calor residual de procesos industriales. Si la fuente de energía es renovable, permite la producción de electricidad, calor y frío de forma independiente de la red eléctrica y del consumo de combustibles fósiles, según datos técnicos de Cogenera México. Además, esto reduce la dependencia de factores externos, proporcionando seguridad de suministro e independencia energética a los usuarios.
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Esquemas básicos de sistemas de trigeneración
En otros países, este tipo de sistemas obtiene su energía primaria de biomasa, energía solar térmica, energía geotérmica o de la combinación de varias de estas fuentes. De forma general, una instalación de trigeneración está compuesta por tres sistemas principales: el sistema de transformación de la energía primaria, el sistema motriz primario y el sistema de generación de frío.
De acuerdo con el director General de Tecsir, “un área de oportunidad donde se puede utilizar frío con sistemas de cogeneración es en sistemas con turbinas de refrigeración de entrada. Esto es posible en áreas donde la temperatura del aire que entra por la turbina es alta, pues se puede enfriar dicho aire para mejorar la producción de la turbina en 10 o 15 por ciento. Cabe decir que este tipo de sistemas es muy común en la industria petroquímica y química, pues se requiere agua helada para enfriar varios procesos. Ahora bien, con la implementación de sistemas de trigeneración se puede, además, usar el calor de desperdicio y, con un equipo de absorción, producir agua helada con un costo muy reducido, respecto de un equipo electromecánico. En este caso, la reducción en los costos energéticos puede llegar hasta 50 por ciento de ahorro o más”.
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Debido a su alto rendimiento, este tipo de sistemas ofrece una gran reducción del costo energético de los procesos productivos, sobre todo en los que se requieren importantes cantidades de calor en forma de vapor o agua caliente, frío industrial o energía eléctrica

El primer paso hacia la trigeneración

Debido a su alto rendimiento, este tipo de sistemas ofrece una gran reducción del costo energético de los procesos productivos, sobre todo en los que se requieren importantes cantidades de calor en forma de vapor o agua caliente, frío industrial o energía eléctrica.
Esta tecnología es aplicable al sector de servicios, donde, además de necesidades de calefacción y agua caliente, se requieren importantes cantidades de frío para climatización, factor que consume un gran porcentaje de la demanda eléctrica. La estacionalidad de estos consumos (calefacción en invierno y climatización en verano) impediría la normal operación de una planta de cogeneración clásica.
Si se desea proyectar un sistema de este tipo, hay que considerar ciertos criterios previos. Según Cogenera México, en primer lugar se deberá consultar a expertos en el tema, pues ellos sabrán desarrollarlo y tendrán mayor noción de los equipos que se pueden usar.
El ingeniero Jáuregui acota que “también hay muchas empresas fabricantes que se han dedicado a desarrollar metodologías sobre el tema; sin embargo, las personas que toman las decisiones en las empresas no están sensibilizadas y los que sí conocen este tipo de sistemas a veces no se acercan con las personas adecuadas”.

Más tarde, es recomendable que se vean costos y, como indica el ingeniero Jáuregui, “se depende de tres cosas: cuánto te cuesta instalar el sistema, cuánto te cuesta el combustible para operarlo y cuál es el costo de los sustitutos, pues, si vas a instalar un sistema de enfriamiento, tienes que verificar que sea más rentable con sistemas de trigeneración; si sucede lo contrario y es más barato el costo de estos tres parámetros con un sistema convencional, lo ideal es hacerlo de la segunda manera”, advierte.

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