sábado, 5 de marzo de 2016

CONTADOR DE TARIFA MULTIPLE Y MAXIMETRO

En primer lugar conviene dejar claro la necesidad de cuantificar la energía reactiva aplicada a una instalación. Como sabrás, solo la potencia activa produce trabajo en las máquinas e instalaciones, pero la existencia de autoinducciones y capacidades en los circuitos provoca que la energía que haya que suministrar a esa instalación sea mayor que la que realmente consume, energía ésta, que las empresas eléctricas tienen que producir y transportar por la red eléctrica. Así pues, aunque nuestra instalación no produzca energía con la potencia reactiva la necesita para su correcto funcionamiento y las eléctricas la cobran, y de qué manera, pues la tienen que producir; esto motiva que se trate por todos los medios de conseguir que el factor de potencia de nuestra instalación sea lo más cercano a la unidad (cos φ = 1).
Sirva como ejemplo para ilustrar lo aquí expuesto la siguiente tabla, en la que se ven reflejadas las penalizaciones por energía reactiva que entraron en vigor el 1 de enero de 2010 (BOE de 31 de diciembre de 2009), en comparación con las anteriores, de 1 de julio de 2009; para potencias contratadas superiores a 15 kW.
Cos φ € kvar
31/12/09
€ kvar
01/01/10
Incremento
Cos φ < 0,95 hasta 0,9 0,000013 0,041554 319730%
Cos φ < 0,9 hasta 0,85 0,017018 0,041554 144%
Cos φ < 0,85 hasta 0,8 0,034037 0,041554 22%
Cos φ < 0,8 0,051056 0,062332 22%
Ya se comentó en apartados anteriores que el vatímetro de potencia reactiva era igual que el de activa, con la salvedad de que contaba con resistencias calibradas. Pues bien, de igual manera ocurre con el contador de reactiva. En la imagen se puede ver la constitución interna de un contador monofásico de reactiva.
Contador monofásico de energía reactiva
Imagen 36: Contador monofásico de energía reactiva.
Fuente: Elaboración propia.
Si la red es trifásica sin neutro, entonces habrá una resistencia por cada bobina de tensión, tal y como indica la imagen inferior.
Contador trifásico de reactiva
Imagen 37: Contador trifásico de reactiva.
Fuente: Elaboración propia.


Aunque también es posible contabilizar el consumo con un contador de activa si se modifica el conexionado interno del aparato tal y como se indica en la imagen, siempre que se trate de redes equilibradas.
Medición de energía reactiva con contador de activa
Imagen 38: Medición de energía reactiva con contador de activa en red trifásica equilibrada sin neutro.
Fuente: Elaboración propia.
Para el supuesto de redes trifásicas equilibradas con neutro, podemos proceder de forma similar, es decir, podemos usar un contador de activa, pero en ese caso el conexionado es el que se muestra en la imagen inferior.
Medición de energía reactiva con contador de activa en red trifásica con neutro
Imagen 39: Medición de energía reactiva con contador de activa en red trifásica equilibrada con neutro.
Fuente: Elaboración propia.

No te descubro nada nuevo si te digo que el consumo eléctrico a lo largo de las 24 horas del día va cambiando. Como es normal, durante los periodos de luz la actividad de las personas y de las industrias es mucho mayor que durante la noche. Como imaginarás las empresas eléctricas tienen que adaptarse a esas necesidades de los consumidores. Esto nos lleva a pensar que habrá centrales que tengan que ponerse en funcionamiento o pararse según las exigencias del momento, o incluso modificar su producción. Esto es más fácil decirlo que hacerlo, pues si bien una central hidroeléctrica puede pararse o ponerse en funcionamiento en apenas quince minutos, no ocurre lo mismo con las centrales térmicas convencionales ni con las nucleares. Así pues, si no pueden parar de producir, ¿qué hacer con ese exceso de electricidad? Hay varias opciones, pero la que a nosotros nos interesa tiene que ver con las ofertas que las eléctricas hacen para fomentar el consumo de los periodos llamados valle, donde la demanda cae notablemente.
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Si quieres conocer la producción eléctrica en tiempo real a nivel nacional, así como el desglose de la misma según el tipo de central, visita el siguiente enlace, es interesante.
  • Red Eléctrica Española

Así pues, si existe la posibilidad de contratar distintos períodos horarios según la tarifa de que se trate, deberemos tener un contador capaz de medir las energías consumidas en cada tramo horario.
La constitución de un contador de tarifa múltiple es similar a la de un contador normal, con la diferencia de tener dos o más totalizadores en su parte visible, donde se van sumando las energías consumidas en cada tramo horario para así aplicarles su correspondiente tarifa. Además, se incorpora un reloj de discriminación horaria que puede ser analógico o digital.
Contador de doble tarifa
Imagen 41: Contador de doble tarifa.
Fuente: Elaboración propia por Jorge de la Encina.
Básicamente, el funcionamiento del contador de tarifa múltiple va a consistir en hacer solidario al eje de giro del contador el disco correspondiente a cada tramo horario y anular los demás, de esta manera en cada totalizador irá sumándose la energía consumida en cada tramo. Para ello, se dispone en el contador de un relé que accionará al disco correspondiente. Eso ocurrirá cuando el reloj programador (en muchos casos es analógico y está activado por un micromotor M) lo active en función de las horas programadas.
Contador monofásico de doble tarifa
Imagen 42: Contador monofásico de doble tarifa.
Fuente: Elaboración propia.
De la misma manera, podemos tener contadores de doble tarifa en sistemas trifásicos, siendo la parte correspondiente al reloj y relé igual que en la imagen arriba expuesta.
Y ya para finalizar este tema vamos a hablar de los maxímetros. Existen instalaciones donde puede suceder que en intervalos de tiempo muy breves se esté demandando una potencia mayor que la contratada, si esto sucede, las compañías cobran una cantidad adicional por exceder ese máximo.
Para determinar cuál es la potencia máxima consumida por la instalación, tradicionalmente se han venido utilizando los maxímetros de aguja. Estos dispositivos se construyen formando parte de un contador de activa convencional. Unas ruedas dentadas transmiten el movimiento del disco del contador, por medio de un tornillo sinfín fijado a una aguja de arrastre que se desplaza sobre una escala circular, graduada en kW. Dicha aguja de arrastre empuja a una segunda aguja concéntrica (índice), llamada de lectura, que se mueve libremente en sentido creciente, y que por lo tanto se desplaza siempre hacia valores máximos.
La aguja de arrastre se embraga y desembraga automáticamente cada 15 minutos, tiempo que se conoce como "periodo de integración del maxímetro".
De esta manera, la aguja de arrastre se desplaza hacia valores máximos cada periodo de integración, empujando a la aguja índice, y al final de cada período la aguja queda desembragada, volviendo a la posición cero de la escala. Transcurridos unos segundos, la aguja de arrastre es embragada nuevamente, iniciándose un nuevo período de integración.
Es así como la aguja lectora indica el valor máximo alcanzado durante todos los periodos de integración comprendidos entre dos lecturas. Mensualmente un empleado de la empresa suministradora, anotará el valor máximo registrado, poniendo a cero las agujas lectora y la de arrastre, que quedarán precintadas hasta el mes siguiente.



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