viernes, 1 de abril de 2016

Fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables

El control del consumo de energía y la mayor utilización de fuentes de energía renovable son fundamentales para luchar contra el cambio climático. En este sentido, la Unión Europea (UE) establece un marco común relativo a la producción de energía procedente de fuentes renovables y el fomento de su uso.
ACTO
Directiva 2009/28/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de abril de 2009, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables y por la que se modifican y derogan las Directivas 2001/77/CE y 2003/30/CE.
SÍNTESIS
El control del consumo de energía y la mayor utilización de fuentes de energía renovable son fundamentales para luchar contra el cambio climático. En este sentido, la Unión Europea (UE) establece un marco común relativo a la producción de energía procedente de fuentes renovables y el fomento de su uso.
¿QUÉ HACE ESTA DIRECTIVA?
Esta Directiva, que enmienda y deroga las Directivas 2001/77/CE y 2003/30/CE anteriores, establece un marco común para el uso de energías renovables en la UE con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y promover un transporte más limpio. Para ello, establece objetivos para todos los países de la UE con el propósito general de lograr que las fuentes de energía renovable representen para 2020 el 20 % de la energía de la UE y el 10 % de la energía específicamente en el sector del transporte.
PUNTOS CLAVE
Cada país de la UE debe elaborar un plan de acción nacional para 2020 en el que se establezca una cuota para las fuentes de energía renovable en el transporte, la calefacción y la producción de electricidad.
Los países de la UE pueden intercambiar energía procedente de fuentes renovables * para facilitar que se cumplan los objetivos de forma eficaz con respecto a los costes. En el marco de estos planes de acción, los países de la UE también pueden recibir energía renovable de países de fuera de la UE, siempre y cuando la energía se consuma en la UE y haya sido producida mediante instalaciones modernas y eficientes.
Por otra parte, todos los países de la UE deben ser capaces de garantizar el origen de la electricidad, la calefacción y la refrigeración producida a partir de fuentes de energía renovable.
Los países de la UE deben construir las infraestructuras necesarias para el uso de fuentes de energía renovable en el sector del transporte.
Los biocarburantes y los biolíquidos deben generarse de forma sostenible y no a partir de materias primas procedentes de tierras de elevado valor en cuanto a biodiversidad. En la propuesta de la Comisión Europea para modificar la legislación de la UE sobre la calidad de la gasolina y el gasóleo, se busca limitar la contribución de los biocarburantes convencionales a la consecución de los objetivos nacionales.

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