El crudo del petróleo tal y como se
extrae del pozo petrolífero no es utilizable para aplicaciones
industriales y de automoción. Para ello ha de ser sometido a unos
tratamientos especiales en plantas específicas, refinerías, donde se
obtiene una gran variedad de productos. De entre estos productos, los
que se aplican para la fabricación de lubricantes son los denominados
aceites base, que pueden ser:
Minerales: Obtenidos directamente del petróleo. Son los de uso más extendido.
Sintéticos: Fabricados con bases que provienen de transformaciones complejas o síntesis.
Semisintéticos: Mezcla de los dos anteriores.
Así pues, un aceite lubricante es un
producto formado por un aceite base, generalmente derivado del petróleo,
y unos aditivos (compuestos que se incorporan, en pequeñas cantidades, a
los aceites base para obtener un aceite lubricante terminado con el
nivel de calidad y tipo de aplicación deseado).
Los aditivos más importantes, en función de la misión que deben cumplir son:
- Antioxidante.
- Antiherrumbre.
- Detergente.
- Dispersante.
- Mejorador del índice de viscosidad.
- Antidesgaste.
- Depresor de la congelación.
Las características físico-químicas más importantes de los lubricantes terminados son:
- Color.
- Viscosidad.
- Índice de viscosidad.
- Densidad.
- Punto de inflamación.
- Punto de combustión.
- Punto de congelación.
- Extrema presión.
- Aeroemulsión.
- Desemulsión.
- TBN.
La calidad y prestaciones de los
lubricantes viene dada por la calidad de las bases utilizadas, las
mejoras que aportan los aditivos utilizados y las características
fisico-químicas de los lubricantes terminados.
En cuanto al tipo de aplicación, los aceites más importantes son:
- Aceites para motores de 4 tiempos.
- Aceites para motores de 2 tiempos.
- Aceites para transmisiones y cajas de cambio.
- Aceites para usos industriales.
- Aceites Marinos.
- Grasas lubricantes (rodamientos).
Los lubricantes reducen la fricción
entre dos superficies en contacto y movimiento relativo, además de
realizar otras misiones primordiales para el eficaz funcionamiento de
los equipos: Sellar, Refrigerar, Proteger, Limpiar.
Lubricantes minerales y sintéticos
La diferencia ente lubricantes minerales y lubricantes sintéticos radica en el tipo de bases utilizadas.
Los hidrocarburos presentes en el crudo y
extraídos de éste son combinaciones de átomos de carbono y de
hidrógeno. Se recuperan las fracciones pesadas del bruto, donde se
concentran las estructuras moleculares más complejas y que pueden
originar millones de diferentes combinaciones moleculares, para ser
usadas como bases minerales.
Las combinaciones moleculares de los
hidrocarburos, además de variar en el tamaño de su cadena, tienen
configuraciones diferentes en las uniones entre los átomos. Las cadenas
moleculares pueden ser perfectamente lineales y saturadas (n-parafinas),
lineales con ramificaciones y saturadas (iso-parafinas), cíclicas con
ramificaciones y saturadas (nafténicas o ciclo-parafinas) y, además,
cíclicas con ramificaciones y no saturadas (aromáticos).
Se considera que son cuatro los puntos
críticos de las diversas combinaciones moleculares, según su utilización
como lubricante: la geometría de la combinación, el tamaño de la
cadena, la polaridad y la resistencia.
Los diversos tipos de hidrocarburos
(parafínicos, nafténicos y aromáticos) tienen características y
propiedades muy diferentes entre sí. Según la predominancia de un cierto
tipo de hidrocarburos presentes en un determinado aceite base
(determinada por el origen del crudo), así se denominará a éste
parafínico o nafténico.
El caso de bases aromáticas no se
contempla, dado que las características de los hidrocarburos aromáticos
son inconvenientes en términos de lubricación. Por ejemplo, los aceites
base extraídos del crudo de Pennsylvania, en EE.UU, (parafínico)
presentan un 75-78% de cadenas parafínicas, un 13-20% de cadenas
nafténicas y un 4-10% de cadenas aromáticas.
Comparando las propiedades de las bases
parafínicas con las de las bases nafténicas, a igual viscosidad,
comprobamos que las parafínicas presentan ventajas en términos de mayor
Índice de Viscosidad, menor volatilidad y mayor resistencia a la
oxidación, mientras que las nafténicas tienen, como características
positivas, un punto de fluxión más bajo, un mayor poder disolvente y una
menor formación de residuos carbonosos, siendo todavía más suaves.
Si se quiere formular un lubricante para
compresores frigoríficos, la elección recaerá en bases nafténicas,
debido a que su punto de fluxión es bajo. En cualquier caso, las
fracciones que se utilizan dentro de la familia de bases escogida
dependerán de la viscosidad final pretendida (normalmente, se procede a
una mezcla de una base con una viscosidad superior con otra de
viscosidad inferior).
Las bases sintéticas utilizadas en la
formulación de lubricantes son diversas. Las de mayor consumo son las
“poli-alfa-olefinas” (PAO), producidas en la industria petroquímica y le
siguen los ésteres (obtenidos en la petroquímica o a partir de aceites
vegetales). Las propiedades de los lubricantes, mejoradas por la
incorporación de bases sintéticas en vez de las bases minerales, tienen
que ver sobre todo con los Índices de Viscosidad más elevados, puntos de
fluxión más bajos, mayor resistencia a la oxidación y menor
volatilidad.
Si se persigue un lubricante
biodegradable, se recurre a la incorporación de ésteres. Para
lubricantes no inflamables se utilizan fosfato-ésteres.
Grasas lubricantes: ¿Qué son y para qué sirven?
Existen ciertas situaciones concretas de
lubricación que no se pueden cubrir convenientemente por aceites
lubricantes debido a su estado líquido. Entre estos casos están aquéllos
en los que existe dificultad de acceso al órgano a lubricar, un elevado
riesgo de contaminación o la dificultad de estanqueidad. En estos casos
se recurre a las masas lubricantes, que se presentan en estado pastoso.
Las masas lubricantes presentan la
ventaja de una mayor resistencia a las cargas, una mayor amortiguación
de las vibraciones, una volatilidad más baja, una menor tendencia a que
ocurran fugas y una mejor capacidad de sellado.
Las masas lubricantes incorporan tres
tipos de componentes, que son las bases, el espesante y los aditivos. La
incorporación de bases y aditivos tiene la misma finalidad que la que
se pretende en los aceites lubricantes.
La diferencia reside en la incorporación
del espesante, que le proporciona la consistencia pastosa y funciona
como malla de sustentación de los otros componentes.
El espesante está constituido,
normalmente, por un jabón que se obtiene de la reacción química
(esterificación) de una base y una grasa. El metal de la base utilizada
en la fabricación del jabón se señala en la caracterización de la masa
lubricante. Así, cuando decimos que se trata de una masa de litio
queremos decir que el jabón utilizado como espesante se obtuvo mediante
la esterificación de una grasa con hidróxido de litio.
La fabricación de masas lubricantes
implica operaciones de cierta complejidad (fabricación del jabón, mezcla
del jabón con el aceite base) y requiere, sobre todo, mucha
experiencia. Mientras que en un aceite se pretende lograr su buena
fluidez, indicada por el valor de la viscosidad y del Índice de
Viscosidad, en una masa lubricante lo más importante es garantizar su
introducción y fijación al órgano a lubricar. Es decir, se pretende que,
en régimen de servicio, la masa lubricante tenga una consistencia de
equilibrio para que no se ablande demasiado (para que no se escurra) y
no se endurezca (de modo que entorpezca el movimiento).
El grado de consistencia de una masa
lubricante se define mediante un test de laboratorio en el que se mide
el nivel de penetración de un cono metálico incidente en caída libre.
Las consistencias de las masas lubricantes se agrupan en intervalos que
se clasifican por la NLGI mediante ciertos números (000, 00, 0, 1, … 6).
Además del tipo de jabón y de su
consistencia, otras dos características son importantes para prever el
comportamiento en servicio de una masa lubricante: el punto de gota
(temperatura en que se inicia su licuefacción) y la viscosidad de la
mezcla de aceites base utilizados en su composición. Existen, además,
varios tests específicos para medir el rendimiento de las masas
lubricantes (resistencia a las cargas, comportamiento en presencia de
agua, etc.).
Aceites refrigerantes Suniso
Los aceites de refrigeración SUNISO se
caracterizan por ser elaborados con la más selecta gama de bases y
aditivos, consiguiendo de esta manera los mejores resultados “de vida”
para los compresores y las instalaciones de refrigeración.
La durabilidad y rendimiento de los
compresores de refrigeración está estrechamente vinculada con esta alta
calidad, de los aceites de refrigeración.
La función principal de un aceite en los
compresores de refrigeración es la de, lubricar las paredes sobre las
que se deslizan los pistones o rotores, sellar las válvulas y, en
algunos casos, las juntas deslizantes.
Es más, el aceite refrigerador debe
disipar (haciendo la función de un refrigerante) el calor de los
componentes del compresor y ayudar a sellar las cámaras y las válvulas
de compresión.
Las posibles mezclas con gases o con
otras substancias con las cuales entra en contacto el aceite
refrigerante así como, las grandes variaciones de temperaturas
extremadamente bajas o muy altas, implican exigencias muy elevadas para
los aceites refrigerantes.
Los aceites refrigerantes sirven como fluido hidráulico y fluido funcional en compresores de refrigeración.
- Esteres de Poliol (POE) SUNISO SL para R 134a / R404 A / R 507
- Alquilbenzenos (AB) SUNISO AKB para R 22 / NH3
- Polialfaolefinas: Base (PAO) SUNISO M para NH3 (no soluble con NH3)
- Polyglycol Base (PAG) SUNISO PAG para R 134a – Sistemas A/c
- Aceite Mineral (M.O.) SUNISO GS para R 22 / NH3
Esteres de poliol (POE)
Los lubricantes para refrigeración
utilizados anteriormente, tales como aceites minerales, alquilbenceno o
polialfaolefinas, no son suficientemente solubles en las nuevas mezclas
de refrigerantes sin cloro, como R 134a, R 404 a y R 507.
Esto motivó el desarrollo de aceites
refrigerantes sintéticos basados en éster de poliol (POE) que son
solubles en refrigerantes HFC y HCFC de acuerdo con la norma DIN 8960.
Estos productos presentan una excelente estabilidad química y térmica.
De modo semejante a los demás aceites,
los aceites de polioléster de gran pureza se pueden hidrolizar o
degradar si entran en contacto con agua en el compresor o en el sistema,
originando separación de ésteres en ésteres parciales y compuestos
acídicos.
Por lo tanto, es esencial que estos
productos estén aislados y protegidos de la humedad en general, durante
su almacenamiento y utilización. Los aceites de poliolésteres son
altamente higroscópicos por lo que son introducidos en tambores
herméticos con un contenido de agua de <100 ppm en una atmósfera de
nitrógeno.
Los aceites SUNISO SL son los únicos a nivel mundial que sus ppm iniciales son inferiores a 50 ppm.
Propiedades especiales de los aceites poliolesteres:
- Excelente solubilidad en refrigerantes HFC y HCFC.
- Compatible con elastómeros o materiales sellantes como NBR, HNBR, NITILO, EPDM PBTP así como el cobre, aluminio, acero… etc.
- Conductividad térmica constante.
- Su elevado índice de viscosidad es debido a una minuciosa selección de las bases, consiguiendo un buen comportamiento viscosidad-temperatura y una muy buena lubricación a altas temperaturas.
- Excelente estabilidad térmica y química en presencia de refrigerantes.
- Excelente fluidez a bajas o muy bajas temperaturas.
- Pertenece a la gama de lubricantes denominados de LARGA DURACION.
- Lubricantes carentes de humedad.
- Disminuyen en gran medida la posible acumulación de aceite en el condensador / evaporador.
Ventajas de los productos SUNISO
- Unica compañía en el mundo con más de 80 años especializada en el sector de refrigeración, con una constante inversión en I + D.
- Productos innovadores y avalados
- Productos ecológicos y respetuosos con la naturaleza
- Apoyo técnico y personal en toda la instalación.
- Amplísima gama de lubricantes de la más alta calidad del mercado, homologada y recomendada por los más prestigiosos fabricantes de compresores frigoríficos.
- Excelente lubricidad, gran estabilidad y total protección contra la corrosión.
- Miscibles con todos los refrigerantes según gama.
- Alta estabilidad química y térmica
- Bajo contenido en ceras.
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